sábado, 6 de octubre de 2012

Disglosia



disglosias


Disglosia (PDF)






tipos

de

disglosias




Tras ver el otro día una pequeña introducción sobre las disglosias en la que hablábamos de sus causas y su diagnóstico, hoy hablaremos de los distintos tipos de disglosias que nos podemos encontrar.
Recordemos que la disglosia es un trastorno de la articulación, sin que existan problemas a nivel del Sistema Nervioso Central, provocado por lesiones físicas o malformaciones de los órganos de articulación del habla.
Las causas de la disglosia pueden ser varias, que afecten a distintos órganos del habla y que se presenten de forma única o asociadas. Teniendo en cuenta el órgano afectado, se distinguen diversos tipos de disglosias.

disglosias

labiales



Son aquellas en las que la dificultad articulatoria se produce por una alteración en la forma, fuerza o consistencia de los labios. Entre las causas más frecuentes podemos encontrarnos:
  • Labio leporino: es una malformación congénita de diversos grados de severidad; puede ir desde la simple depresión del labio superior hasta su total hendidura, la cual viene acompañada generalmente de fisura del paladar y hendidura de los alveolos dentarios. La malformación puede darse en uno o en los dos lados del labio, siendo la manifestación más grave de fisura labial la denominada labio leporino medio o central. Como consecuencia, el habla del niño estará afectada tanto en la articulación de algunas vocales (/u/, /o/) como en aquellas consonantes en las que intervengan los labios (/b/, /p/, /m/).
  • Frenillo labial superior hipertrófico: es una malformación que dificulta la normal movilidad del labio superior, produciendo un espacio entre los dos incisivos centrales. Como consecuencia, existirán dificultades para la articulación de los sonidos /m/, /p/, /b/, /u/. Generalmente, sólo se considera patológico un frenillo labial si se produce un produce un retraso o imposibilidad de erupción de los caninos, y que pueda ser por causa del frenillo.
  • Fisura del labio inferior: suele ir acompañada la mayoría de las veces con labio leporino, aunque también se puede dar de forma aislada.
  • Parálisis facial: en los niños se da por diferentes causas (trauma obsétrico por uso de forceps, afecciones supuradas del oído medio, enfermedades como poliomielitis o difteria…). La parálisis puede afectar a uno (en cuyo caso la alteración es poco perceptible) o a los dos lados de la cara (aquí la articulación de los fonemas /p/, /b/, /m/, /o/... está afectada).
  • Macrostomía: el alargamiento de la hendidura bucal suele asociarse con malformaciones de la oreja, aunque a veces también se pueden ver afectadas la mandíbula y los ojos. Suele comenzar en el ángulo de la boca y puede llegar a extenderse a lo largo de la cara pero sin poca extensión. En este caso la boca aparece grande, con un labio inferior ancho y prominente (macrostomía incompleta). Por otro lado, la fisura puede prolongarse mucho más (macrostomía completa). Por lo general, se suele acompañar de atrofia del maxilar inferior o de anomalías del oído.
  • Heridas labiales: en raras ocasiones las heridas en los labios son responables de problemas en el habla, por lo que habrá que comprobar primero si los problemas articulatorios son de verdad causa de la herida o se trata de una dislalia funcional.
  • Neuralgia del trigémino: el nervio trigémino es el responsable de la sensibilidad de la cara. Cuando hay afectación de este nervio apreciamos un dolor brusco, muy intenso y de corta duración.

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